Un proyecto de $3.5 mil millones liderado por China, que busca fortalecer las relaciones comerciales entre América del Sur y Asia. Este puerto, controlado en su mayoría por la empresa estatal china Cosco Shipping Ports y parcialmente por la minera local Volcan, es el primero en América del Sur bajo control chino y se espera que opere a fines de 2024. La iniciativa forma parte de «La Franja y la Ruta» de China, enfocada en expandir su influencia en América Latina.
El proyecto ha despertado interés en Brasil, donde se ven beneficios en términos de reducción de costos y tiempo de transporte para sus exportaciones de granos y carne. Las conversaciones entre funcionarios peruanos y brasileños están en curso para resolver desafíos logísticos y burocráticos. Además, se planea una zona económica especial cerca del puerto y un polo industrial para procesar materias primas.
La creciente influencia comercial de China en América Latina ha superado a la de Estados Unidos, lo que ha llevado a cambios en la política de EE. UU. hacia la región. China sostiene que su comercio e inversión en América Latina son beneficiosos para ambas partes, y su comercio con Perú ha aumentado significativamente en la última década.
Sin embargo, el éxito del puerto de Chancay dependerá de mejoras en la infraestructura regional, como carreteras y ferrocarriles. Aunque China enfrenta desafíos, incluyendo retrocesos en algunos proyectos internacionales y la necesidad de conexiones regionales más fuertes, su influencia en América del Sur sigue creciendo. América Latina se está convirtiendo en un campo clave para la competencia global por recursos como litio y cobre.
X: Manuel Díaz