La situación en el Mar Rojo ha alcanzado un punto crítico debido a una serie de ataques perpetrados por los hutíes, lo que ha llevado a una crisis significativa en la navegación comercial. Estos ataques, que han incluido el uso de misiles y drones, han obligado a grandes empresas de transporte marítimo, como Maersk y Hapag-Lloyd, a suspender sus operaciones en el estratégico Estrecho de Bab al-Mandab. Este estrecho es vital para el comercio marítimo mundial, y su cierre afecta no solo a las rutas comerciales, sino también a la eficiencia logística en general.
Los incidentes recientes cerca del Canal de Suez están teniendo un impacto directo en el transporte de contenedores, un componente crucial del comercio global. Esta crisis en el Mar Rojo está generando preocupaciones sobre una posible escalada en los costos de logística a nivel mundial. El año 2024 se perfila como un periodo de incertidumbre para el comercio internacional, con el potencial de enfrentar serias complicaciones debido a estas interrupciones.
La gravedad de la situación se subraya aún más con el último ataque hutí, que resultó en el impacto de misiles en un buque de carga con bandera liberiana en el Estrecho de Bab al-Mandab. En respuesta a esta creciente inseguridad, Maersk ha ordenado a sus barcos que detengan sus viajes en la región, declarando una pausa en los viajes «hasta nuevo aviso». Este es el tercer ataque grave reportado en la zona solo esta semana, lo que resalta los crecientes riesgos de seguridad en una de las rutas marítimas más importantes del mundo.
X: Manuel Díaz