A un lustro del inicio de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, México ha resultado beneficiado y tiene una gran oportunidad.
Todo comenzó cuando el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio de China. Desde entonces, ambas naciones han estado en una escalada de aranceles y represalias comerciales.
Estados Unidos argumenta que China utiliza prácticas comerciales desleales, como el robo de propiedad intelectual y la manipulación de su moneda, para obtener una ventaja injusta en el comercio internacional.
Como respuesta, los Estados Unidos han impuesto aranceles a una variedad de productos chinos, incluidos productos electrónicos, textiles, maquinaria y otros bienes. Y por ende, China ha respondido con aranceles a las importaciones de productos estadounidenses, como la soja, los automóviles y los productos químicos.
Esta situación ha tenido un impacto significativo en la economía global. Las empresas en ambos países han sufrido pérdidas económicas, y los consumidores han visto aumentos de precios en los productos afectados.
Tan solo en 2018, el déficit comercial de Estados Unidos creció en un 12.1% en 2017 y alcanzó la suma de 566.000 millones de dólares, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio. En este caso, el déficit frente a China se ubicó en los 375,100 millones de dólares, un incremento anual del 8.1 por ciento.
México ha obtenido algunos beneficios económicos por la guerra comercial.
En primer lugar, los aranceles impuestos por Estados Unidos a los productos chinos han llevado a muchas empresas estadounidenses a buscar proveedores alternativos en México. C
Como resultado, México ha visto un aumento en la inversión extranjera y en las exportaciones a los Estados Unidos, especialmente en los sectores automotriz, aeroespacial y de manufactura.
Además, México ha aprovechado la guerra comercial para fortalecer sus relaciones comerciales con otros países, como Canadá y la Unión Europea, diversificando su cartera de exportación.
Según el diario El Economista, China ganó participación en el total de las importaciones a México al pasar de 15.3 por ciento a 19.7 %. En contraste, la cuota de mercado de Estados Unidos disminuyó de 49.9 a 43.9 por ciento. México tiene una gran oportunidad.
De China, México importa principalmente teléfonos, dispositivos de cristal líquido, computadoras, circuitos electrónicos integrados, partes de computadoras, autoparte y circuitos impresos. Estados Unidos es uno de los principales exportadores de bienes y servicios.
China no se detendrá: trae su iniciativa “China Manufacturing 2025” e “Internet Plus” para promover su sector manufacturero; además de que siguen con una serie de medidas de apertura comercial, se añadieron actividades manufacturas a las industrias comentadas, principalmente de tecnología.
Manuel Díaz